Foto de José León. |
Yo no quería seguirle el tema. Mi madre hace años que se fue, pero la herida sigue ahí, asomando un poquito de sangre cada vez que puede, como si no saliera costra nunca.
Solo atiné a decirle a ella que una nunca estaba preparada para perder a un ser querido, que eso que te dicen "prepárate" es una gran mentira, porque aunque tengas a un ser amado enfermo por años y sabes que se morirá de esa enfermedad, eso nunca te deja listo para verle perder el color en las mejillas de a poco y hasta el brillo de sus ojos al mirarte. Es un momento que no quieres que llegue, que su mirada se vuelva pérdida, una mirada muy diferente a la que te mira en los recuerdos."
Cuando falleció mi mamá no quería estar en la casa. En esa época vivía con mis padres. Hasta ahora la casa se mantiene en su mayoría como la llevaba ella: llena de adornos y plantas.