Foto de Jessica Da Rosa. |
Me gustaría escribir que desde siempre he orado, pero no. Comencé a orar más de dos veces al día desde hace poco.
La primera oración del día:
—Señor guárdame, protégeme de todo mal, porque ahora voy a salir.
Última oración del día:
—Señor guárdame, protégeme de todo mal, porque ahora voy a dormir.
Con ese tipo de conversación, es imposible tener una relación.
Muchos dicen que Dios es nuestro padre, de hecho, también lo creo. En lo personal mi relación con el Señor es más de amigos que de padre e hija.
Orando a solas me puse a pensar en la formalidad que se usa a veces, sobre todo en la iglesia, para orar:
—Señor usted es Dios Poderoso, Señor diríjanos… —etc.