Foto de Jessica Da Rosa. |
Me gustaría escribir que desde siempre he orado, pero no. Comencé a orar más de dos veces al día desde hace poco.
La primera oración del día:
—Señor guárdame, protégeme de todo mal, porque ahora voy a salir.
Última oración del día:
—Señor guárdame, protégeme de todo mal, porque ahora voy a dormir.
Con ese tipo de conversación, es imposible tener una relación.
Muchos dicen que Dios es nuestro padre, de hecho, también lo creo. En lo personal mi relación con el Señor es más de amigos que de padre e hija.
Orando a solas me puse a pensar en la formalidad que se usa a veces, sobre todo en la iglesia, para orar:
—Señor usted es Dios Poderoso, Señor diríjanos… —etc.
A lo que me refiero es que a nuestros amigos le hablamos en confianza.
—Cuando me case me voy a ir a vivir a la costa —. Ella dijo contenta. Asombrada, le dije:
—¿Le preguntaste al Señor? —Refiriéndome a lo que estaba planificando con su pololo (novio). Me respondió:
—No. Ni le preguntaré, porque, aunque Él no quiera, lo voy hacer igual.
No sé si es lo que pensaba aquella amiga era lo que escribo aquí, pero sus palabras me decían que no había confianza con Dios, que no aceptaba su dirección, ni su consejo. No había confianza.
Ahora en las redes sociales y en YouTube se ha mencionado mucho una frase que creo es cierta: Dios es un caballero, el no entra si no lo dejas pasar. Ante todo, Dios es soberano, pero ese es otro tema. Volvamos al punto:
Con nuestro mejor amigo hay confianza, sabemos que cuando nos da un consejo es con amor, que quiere cuidarnos, pero es nuestra decisión seguir ese consejo. Con Dios es lo mismo, cuida de nosotros.
Orar es la mejor herramienta, nos acerca a nuestro Salvador Jesucristo y podemos ser sus amigos. Así conversamos con Él, nos sinceramos, abrimos nuestro corazón para que Él saque lo malo y podamos dejar espacio para Él lo habite, para que en nuestra vida haya orden, para que haya paz.
EL DESAFÍO
Te invito a orar.
Con mi esposo estamos haciendo desafíos de 21 días de oración. Si fracasamos un día reiniciamos el conteo hasta completar los 21 días seguidos.
Es una de las mejores decisiones que hemos tomado juntos. Realizamos oraciones por algo en específico.
Ya hice la invitación, ahora te desafío.
Si lo aceptas escríbeme, comparte tu experiencia conmigo, y escribámonos sobre las grandezas de Dios en nuestras vidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Querido Lector, por favor deja tu comentario. Será un honor leerte y saber de ti.
Dios te bendiga.