jueves, 30 de julio de 2020

El verdadero peso

Foto de Tyler Nix
No te cuidas dijo mi compañera de trabajo. Me quedé en silencio, sin saber qué contestar, sintiendo dolor en mi mente. Con sus palabras y el tono que utilizó para decirlo me había herido. Ella no sabía en ese momento, ni aún sabe, todo el esfuerzo que estaba haciendo en esos años para que mi cuerpo adelgazara. Todo el esfuerzo que hacía para controlar mis ansiedades y nutrir correctamente mi cuerpo.

Me encanta comer, me encanta el sushi, las pizzas y las sopaipillas. En esos años buscaba sustitutos, la realidad era que para mí no existían, tampoco quería encontrarlos para ser sincera, todo ese peso que le daba a mi cuerpo en realidad lo llevaba en mi mente.

Me tomó años comprender cual era realmente mi problema. El amor propio escaso que tenía no me dejaba ver con claridad. Basaba mi valor en lo que hacía, entregaba a los demás el poder de opinar y afectar mi autoimagen. No me veía como Dios lo hace desde siempre. Él nos mira como seres dignos de ser amados, es decir, nos acepta, también nos ve como seres valiosos y competentes, esto quiere decir que Dios confía en nosotros, por eso depositó dones y talentos para que los desarrollemos y hagamos crecer.

Ahora sé que me debo amar tal cual soy y estoy en el momento. También aprendí que el "estoy" es totalmente modificable, que es solo un estado y no una condición.

jueves, 23 de julio de 2020

Caminando solo

Foto de Filip Mroz
Recuerdo esos días, cuando niña, en que se cortaba la luz.

Mi mamá siempre nos reunía a mi hermana y a mí. Éramos pequeñas. En invierno nos apiñaba frente la estufa. Cada una en la suyo o tomando once en la mesa de centro del living (de la sala) cuando estaba toda la familia. Eran momentos felices para compartir.

Había algo de lo que no me daba cuenta cuando niña. Mi mamá siempre sabía donde estábamos con mi hermana. Aunque no nos estuviera mirando directamente, sabía donde llamarnos para que fuéramos a su encuentro y hacer algún encargo.

Esto me hace recordar una historia en la Biblia, unos padres que perdieron a su hijo y no sabían en dónde estaba. Estos padres eran María y José. Ellos se confiaron. Creyeron que Jesús iba en la caravana viajando con ellos de regreso después de pasar la Pascua en Jerusalén. A un día de camino comenzaron a buscarle entre los conocidos.

En ocasiones creemos que “vamos como avión” como dice el dicho, vamos bien caminando a paso firme, pero pasan los días y nos damos cuenta de que no es así, dejamos al Señor tomando el camino que nos parece correcto, alejándonos de Él.

jueves, 16 de julio de 2020

Cópiale a mi mamá

Foto de Liana Mikah

Este texto era un borrador, que se llamaba “Dios no te restringe”, pero hoy lo modifiqué totalmente, para referirme a lo mismo y algo más.

Lo anterior fue debido a que un amigo en la fe de Cristo, Felipe, hizo una publicación en las historias de Instagram. Era un vídeo que trata un tema que se trató estos últimos dos días en las noticias y matinales chilenos (te dejo el link en las recomendaciones). Lo tratado en esta historia me hizo demasiado sentido y eso motivó a la modificación de este post.

Crecí en la iglesia. Muchas veces no entendí por qué algunos adultos, en algunos casos en su mayoría, criticaban a los jóvenes.

Mi hermana es mayor que yo, así que ella participaba con los jóvenes mientras yo estaba con los niños. Me caían bien los mayores que yo, los del grupo de jóvenes. Siempre eran simpáticos, había unos que sabían mucho de la palabra de Dios, otros iban obligados porque su mamá los chantajeaba, otros simplemente se congregaban porque su familia lo hacía.

jueves, 9 de julio de 2020

Felicidad

Quisiera empezar diciendo que este es mi primer escrito. Betsabé, mi amiga, es la que me empuja a hacerlo, aludiendo una supuesta facilidad que tengo, entonces, espero no decepcionarla a ella ni a ustedes 😊

Soy excelente procrastinando, y esta no es la excepción. Hoy es jueves 6 y tengo que tener este escrito para ser publicado el sábado. Si lo están leyendo en la fecha quiere decir que Dios les quiere decir algo, no importando lo mal siervo que yo pueda ser 😔

Como les comentaba esta es mi primera vez y muchas ideas invadían mi cabeza. Tratando de elegir bien no llegaba a nada en concreto, entonces fue que me acordé de uno de los conceptos más difíciles de definir: La felicidad. Porque yo también me pregunté en una etapa de mi vida.

¿Qué es la felicidad? ¿Soy feliz?

Un día mirando YouTube apareció una psicóloga muy reconocida (por lo menos en mi país), explicando su mirada en cuanto a la felicidad, y yo, un reacio a la psicología, encontré que tenía muchos puntos válidos. Comenzó derribando mitos, como el que la felicidad viene cuando te compras una casa o un auto, incluso tener una pareja y estar muy enamorado de ella no tenía que ver con la verdadera felicidad. Todos estos eventos que podíamos disfrutar durante nuestras vidas ella los definió como alegrías pasajeras.

Yo ya estaba sentado en la punta de la silla diciendo “mmmmm…. Quizás con que locura va a intentar sorprender” fue entonces que me dio una bofetada diciendo: “lo más parecido a la felicidad es el sentimiento de paz” ¿Paz? mi mente rápidamente hizo relación con las palabras de Jesús.

jueves, 2 de julio de 2020

Yo escribo ¿tú qué haces?

Foto de Hannah Olinger
Hace un par de años enfermé. Estuve varios meses en casa con licencia médica, así que tuve mucho tiempo. Esto me suena parecido a la cuarentena 😊

En el tiempo que estuve en casa tomé la decisión de buscar a Dios. Mi objetivo principal fue buscar la sanidad mental (si quieres saber que me pasó lee “Bombardeada”, o búscalo en el archivo el blog, mes de febrero de 2020).

Pero Dios (una de mis frases favoritas) tenía otro plan. El plan que tenía para mí, en mi búsqueda de Él, era que yo encontrara mi propósito.

Escuchaba muchas predicaciones, recuerdo en especial una de Gloriana Montero, en la que instaba a preguntar todo, hasta lo más básico al Espíritu Santo. En ese momento estaba sentada en el sofá de mi casa, frente al televisor. Incliné mi cabeza y sin cerrar los ojos pregunté:

—¿Qué quieres que haga?

—Escribe —fue la respuesta.

Hace más de un año de esto. Siempre escribía mis sentimientos. Me propuse poder escribir bien.

El primer paso fue inscribirme en un taller literario. También comencé a ver tutoriales, estudiar, etc. Una de las frases que me marcaron en esta búsqueda de cómo hacer bien lo que Dios me dijo que hiciera fue: si escribes alguien tiene que leerte. Ese es el origen del blog. Rescaté algunos escritos que tenía, los publiqué y comencé a escribir cada semana.