Foto de Filip Mroz |
Mi mamá siempre nos reunía a mi hermana y a mí. Éramos pequeñas. En invierno nos apiñaba frente la estufa. Cada una en la suyo o tomando once en la mesa de centro del living (de la sala) cuando estaba toda la familia. Eran momentos felices para compartir.
Había algo de lo que no me daba cuenta cuando niña. Mi mamá siempre sabía donde estábamos con mi hermana. Aunque no nos estuviera mirando directamente, sabía donde llamarnos para que fuéramos a su encuentro y hacer algún encargo.
Esto me hace recordar una historia en la Biblia, unos padres que perdieron a su hijo y no sabían en dónde estaba. Estos padres eran María y José. Ellos se confiaron. Creyeron que Jesús iba en la caravana viajando con ellos de regreso después de pasar la Pascua en Jerusalén. A un día de camino comenzaron a buscarle entre los conocidos.
En ocasiones creemos que “vamos como avión” como dice el dicho, vamos bien caminando a paso firme, pero pasan los días y nos damos cuenta de que no es así, dejamos al Señor tomando el camino que nos parece correcto, alejándonos de Él.
¿Has caminado sin Jesús confiado en que vas con él y te das cuenta de que vas solo?
Cada vez que me he dado cuenta que sigo caminando, pero sin Dios, me encuentro en un estado lamentable, con mis sentimientos y sentidos totalmente descolocados. Inicio nuevamente mi búsqueda de Dios, “vuelvo
a Jerusalén”, al templo, como lo hicieron María y José buscando a Jesús. Pero no olvido, que cuando llegaron a su lado y hablaron con Él no entendieron lo que les dijo.
La búsqueda del Señor a veces puede ser lenta. Me encontrado muchas veces mal, sin poder orar o concentrarme al leer la palabra. En una lucha que me cuesta ganar, pero cuando entrego todo eso a Dios en un acto desesperado por encontrarle, todo se ajusta y marcha a la perfección.
Te invito a que detengas la marcha, fíjate si vas caminando solo o con el Señor.
QUERIDO LECTOR, ESTA SEMANA TE RECOMIENDO
Lectura Bíblica
El niño Jesús en el templo. Lucas 2:41-52
Plataforma – Spotify
Solo en ti – Seth Condrey
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Querido Lector, por favor deja tu comentario. Será un honor leerte y saber de ti.
Dios te bendiga.