Foto de Bethany Laird. |
En una de las historias de Instagram escribí lo siguiente en
letras grandes “Inicia tu semana con éxito de la mano de Dios” muchos respondieron
“Amén”, reaccionaron con aplausos y escribieron “Gracias, tú también”, pero en
la misma historia escribí en letras pequeñas “Ora y haz tu devocional” eso la
mayoría no lo leyó. Era lo esencial para obtener el éxito de la mano de
Dios.
Hace un par de años la orden de Dios para mí fue:
¾Escribe.
Por ende, lo que escribo debe ser leído por alguien. A veces es duro. Leer es una de las cosas menos populares, por tanto el contenido íntegro no llega a muchos. Tampoco ayuda mucho conseguir lectores en una red social como Instagram, donde lo más que se ve son las historias en donde los videos son los líderes. Lo único que me incentiva es saber que obedezco a Dios y aunque sean muy pocos los lectores, se siembra la palabra.
Si
hay algo que he aprendido con este blog y en mi vida es, que la mayor parte de la gente no
lee, hay otro grupo que lee poco, solo lo que le llama la atención. Otros, que
es la minoría, leen de todo, aunque le parezcan horribles algunos de los textos,
pero lo hacen para tener un criterio formado, una opinión con base y fundamento
firme. ¿Qué podemos deducir de esto? Si a la mayoría no le gusta leer ¿leerán
la Biblia? Es un texto que en algunos de sus libros hay que tener criterio
formado, como Eclesiastés. Libros difíciles de entender, tanto, que ni siquiera
los teólogos se han puesto de acuerdo, como lo es Apocalipsis.