Foto de Neal E. Johnson. |
El agua es agua y otras cosas al mismo tiempo. El agua en estado gaseoso es vapor que uno encuentra en las nubes, pero sigue siendo agua; el agua en estado sólido es hielo, pero sigue siendo agua; el agua en estado líquido es río, pero sigue siendo agua. Esto sucede con la Trinidad. Dios es Dios, pero también es Jesús y también es el Espíritu Santo.
Quizás nos cueste entenderlo, pero cuando leemos los Evangelios y conocemos más lo que hizo Jesús en la tierra, nos damos cuenta que sus obras fueron hechas porque era Dios encarnado. Como dice Juan, el Verbo se hizo carne para vivir entre nosotros. Lo hermoso de esto es que todo lo que hizo Jesús en la tierra, Dios lo puede hacer en la actualidad, porque Él fue el hacedor de esto.
Juan 5:6-9| Reina Valera 1960
Jesús realizó una serie de milagros de sanidad mientras estuvo en la tierra, incluso resucitó a algunos que habían fallecido. Los milagros que realizó Jesús no tuvieron límites. No había discriminación sobre a quien sanar, ni en qué momento hacerlo. Incluso, llevándolos a cabo en el día de reposo, un día considerado sagrado para los judíos. Cuando Jesús realizó esto, era Dios actuando en él, era el Dios omnipotente actuando por medio de Él. Si el hacedor era Dios mismo, ¿por qué no va a hacer obras de sanidad en la actualidad? Dios no ha mutado, no ha cambiado, Él sigue siendo el mismo, sigue teniendo el mismo poder. Si Él sigue el mismo ¿no realizará lo mismo que llevó a cabo estando Jesús en la tierra?