Foto de Michael Oeser. |
Según Google, cada una de estas palabras significan lo
siguiente:
Oír: Percibir una cosa por medio del sentido del oído.
Escuchar: Prestar atención a lo que uno oye.
Entonces, si la Biblia es la palabra de Dios, al leerla ¿lo oímos
o escuchamos?
Al hacer mi lectura de la palabra de Dios me he sorprendido en
varias ocasiones solo oyendo. Te explico. Leo, pero hago como que no leí porque
“no me conviene", sin embargo, cuando quiero obedecer lo que dice la
Biblia tengo que escuchar y obedecer, aunque no me guste o “no me convenga".
El obedecer a Dios no siempre es fácil, tenemos que dejar a
un lado muchas cosas. Abandonarnos en los brazos de Dios, salir de nuestra zona
de comodidad, "dejar de hacerle cariño a ese pecado que tanto nos
gusta" como decía una profesora de la escuela dominical cuando era
adolescente.
Recuerdo que mis compañeros de trabajo en una ocasión se
sorprendieron cuando les dije que la canción Querida de Juan
Gabriel era triste. Me dijeron "Nada que ver" y les contradije
diciendo "la música es alegre, pero la letra es triste ¿no le han puesto
atención?". Dicho esto, comenzaron a cantarla poniendo atención en la letra
y dijeron "uuuuu verdad". Así mismo nos pasa con Dios, queremos solo
la música alegre y no queremos la parte difícil.
Lo mismo pasa cuando adoramos, oímos la música, pero no
sentimos la letra, no la hacemos realidad en nuestra boca para que salga con
poder.
En las dificultades debemos escuchar, escuchar, escuchar. Es difícil cuando alguien viene y te da un diagnóstico desfavorable, aunque sea algo común que le dé a mucha gente, no, quieres que a ti no. Hay una alabanza de Lilly Goodman titulada Sin Dolor (te dejo el link en las recomendaciones de la semana al final de este post), la que dice:
"No quieres pasar dificultadPero a veces serviráPara despertar el don que dentro hay Y salir de la comodidadQue te aferra a ese lugarY a la meta con firmeza avanzar"
Para despertar el don, al oír no despertamos ese don, no
vemos el objetivo de vivir eso que no queremos, no vemos las advertencias que
Dios nos da para el futuro.
Así que te invito a imaginar que la Biblia es una grabación
que te dejó tu mejor amigo y no quieres perderte nada de lo que Él te dejó en
ese archivo, porque incluso sabes que así se conocerán mejor. Dale play
y mucho volumen para que el sonido te invada y puedas escuchar sin
interrupción.
Jesús está dispuesto para hablar contigo y escucharte. Él no
te juzgará ni te mirará feo cuando le cuentes las cosas feas u horribles que
hayas hecho, Él te mirará con amor e incluso te ayudará a través de su Espíritu
Santo para seguir y superar cualquier adversidad.
QUERIDO LECTOR, ESTA SEMANA TE RECOMIENDO
Plataforma | Spotify
Amén de Ricardo Montaner, Mau y Ricky, Camilo y Evaluna
Montaner
Sin dolor de Lilly Goodman
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