Foto de Marlon Lara. |
Estoy en una casa vieja de Providencia, en la clase de taller de literatura, la profesora, que también es una excelente escritora, daba una explicación sobre "El Viaje del Héroe", una técnica para dar estructura a una historia.
En su afirmación dijo que el cristianismo era como una ilusión. Decía que era absurdo creer que un ser feo por dentro debe serlo por fuera. Es decir que, según el cristianismo, un ser malo debía tener una apariencia horrible.
Sonreí cuando concluyó su punto. Creo que nunca se imaginará el motivo de mi sonrisa.
Mi maestra de literatura es atea. Por su forma de expresarse deduzco que no ha leído la Biblia, ni tampoco está en sus planes hacerlo.
Al explicar que el diablo no es feo, no quiero bajarle el perfil. La Biblia lo describe como un ser creado por Dios, que se llenó de maldad y fue expulsado del cielo.
Algo que deberíamos imitar de él es que nunca se da por vencido, a pesar que sabe que ya lo está. Jesucristo vino a este mundo como nuestro salvador, Él ya lo derrotó en la cruz del calvario al entregar su vida voluntariamente para salvarnos a todos nosotros. Sí, el diablo es un enemigo derrotado. Pero aún es así es persistente.
Esa persistencia deberíamos imitarla y usarla en la búsqueda de Dios. A mí me cuesta mucho, sobre todo congregarme. Me debilito en el espíritu, aunque oro y leo la Biblia no es suficiente. La búsqueda infinita de nuestro Señor Jesucristo debe ser en persistencia.
QUERIDO LECTOR, ESTA SEMANA TE RECOMIENDO
Lectura Extra
Lee el artículo realizado por Gil Rugh en la página Evangelio.Blog: El Origen y la Caída de Satanás.
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