Foto de Charles Deluvio. |
Los proyectos de vida son
importantes para el desarrollo humano, ya que, nos brindan una dirección hacia
donde encaminar nuestros pasos; funcionan como un agente motivador y
movilizador. Existe una variedad infinita de proyectos, desde sueños pequeños,
hasta unos aparentemente inalcanzables. Sin importar el porte que éste tenga,
anhelamos el día que ese sueño se cumpla.
Pablo tenía muy clara cuál era su meta: encontrarse con Cristo. Puede que esa sea nuestro proyecto, como también, puede que no. Quizás tenemos ese sueño, junto con otros más. Más allá de lo que anhelamos, lo que deseo transmitir es la importancia de tener un proyecto y de quedarse en él. El apóstol Pablo mencionaba que él proseguía hacia la meta, es decir, él trabajaba activamente para lo que anhelaba. Eso mismo debiésemos hacer. En este nuevo año que se viene, debiésemos darnos un tiempo para reflexionar en lo que anhelamos y qué haremos para alcanzarlo.
Muchas cosas podremos anhelar,
pero el que tiene la última palabra siempre será Dios. Frente a esta verdad,
hay algunos que toman la posición de no armar proyectos porque se dejan llevar
por lo que pueda pasar. El problema con eso es que hay cosas que no se puede
alcanzar sólo dejándose llevar. Por ejemplo, si mi proyecto es obtener una
casa, no me va a llegar mágicamente del cielo; tengo que hacer algo para
conseguirla. Por lo mismo, lo mejor que uno puede hacer es invertir en lo que
se anhela. Aunque ahí no se termina el proceso. Otro paso importante es
entregar nuestros sueños a Dios, porque él siempre tiene el control. ¿Sabes qué
es lo mejor de esto? Que Dios es omnisciente, él sabe cómo terminará lo que
anhelo. ¿Te imaginas la cantidad de errores que hubieses evitado si hubieses puesto tus proyectos anteriores en Dios? Créeme que varios. Él tenía muy claro
que en el 2020 se vendría una pandemia, como también, tiene muy claro lo que
traerá el 2021. Te desafío para que en este nuevo año que comienza pongas de tu parte para
cumplir lo que anhelas, dejando que Dios haga lo suyo, siempre confiando que
Él hará lo mejor para ti.
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