Foto de Mitya Ivanov. |
Los comienzos de año están llenos de esperanza: las personas hacen proyectos, escriben sus metas, incluso lanzan globos al cielo con sus deseos. Todo esto con el objetivo de que se cumpla lo que anhelan.
1° Crónicas 29:11 | Reina Valera Actualizada (RVA)
Dios tiene muchos atributos; es
omnipotente, omnisciente, misericordioso, entre muchas cosas más. Hay un
atributo específico que nos cuesta aceptar: Dios es soberano. En lo particular,
es un atributo que me encanta. Cuando me suceden situaciones desfavorables,
siempre recuerdo que Él es soberano, que Él tiene el control.
Romanos 8:28 | Reina Valera Actualizada (RVA)
Muchas veces hemos escuchado o
leído este pasaje bíblico y nos quedamos con la idea de que lo que Dios haga
siempre será una bendición. No niego que eso sea así. Pero no hay que olvidar
la segunda parte: esto es para aquellos que han sido llamados hijos de Dios.
Dios siempre tendrá el control, y sin importar lo que suceda, sus hijos siempre
estarán cuidados bajo su alero de bondad. No es un beneficio para todos, aunque
a muchos les gustaría que esto fuese así. Y no es porque Dios sea egoísta, sino
porque el vínculo que se establece con Dios es una relación que requiere
compromiso. Él nos cuida, nos protege, y todo redunda en bien porque somos sus
hijos. Tenemos una relación con Él que se basa en que en algún momento lo
reconocí como mi Padre y a su Hijo, como mi Salvador. Sin eso, no hay vínculo, por
ende, no hay beneficio.
Cierro esto mencionando algo que
una vez me explicó mi madre: “tú no vas a ir a hacerte cargo del hijo del vecino.
Quizás un día puedes comprarle algo o alimentarlo, pero no te harás cargo de
todo su cuidado. ¿Por qué no lo haces? Porque no es tu hijo. Eso mismo pasa con
Dios. Dios no se hará cargo de ti si no lo reconoces como Padre. Él no se va a
preocupar de alimentarte, vestirte, protegerte, ni estar pendiente todo el
tiempo de ti, si no lo reconoces como Padre. Sin eso, no puedes ser su hijo(a),
ni recibir todos los beneficios de esa herencia”.
Te invito a tener presente esto al inicio de este año. Quizás tengas muchos proyectos y sueños, pero al final el que dice la última palabra siempre será Dios, porque Él siempre querrá lo mejor para mí. Sin importar lo que suceda, si soy su hijo(a), Él siempre obrará a mi favor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Querido Lector, por favor deja tu comentario. Será un honor leerte y saber de ti.
Dios te bendiga.