jueves, 18 de noviembre de 2021

Porotos Granados

Foto de @betsy_hs.

Si has navegado por la página de Fragante Perfume, tal vez leíste la sección "Nosotros", ahí dice en mi perfil que junto a mi esposo esperamos nuestra primera hija. Pues eso ya es historia antigua. Eso me hace pensar en que no he actualizado la información del blog 🤔. La historia ya es pasada porque la bebé ya tiene diez meses.

Nuestra pequeña comenzó a los nueve meses la transición al picado en sus comidas, es decir, a su papilla se le agrega un ingrediente en trocitos muy pequeños. No hubo problema al principio, pero mi hija tiene poca tolerancia en su estómago, enfermó. Durante algunas noches nos desvelamos con mi esposo cuidando de ella para que no se ahogara con su propio vómito.

También la preocupación aumentó porque comenzó a comer poco y su principal alimento es la leche.

En el ámbito espiritual nuestro alimento es la palabra de Dios, nos nutrimos de ella, así como la parra (o vid) da sus pámpanos, que son las hojas cuando todavía no se han abierto y da su fruto.

Así como mi hija pequeña, en muchas ocasiones preferimos la leche antes que la comida más sólida. Nos limitamos a nosotros mismos a probar cosas más contundentes, a veces justificándonos de "dolor de estómago" causado por la presión de aprender más, estudiar la Biblia en vez de solo leerla, etc. Huir del plato de porotos (frijoles) nos es más fácil porque sabemos que tenemos que estar preparados para recibir ese alimento. Finalmente no nos nutrimos.

En vez de anhelar buscar más de Dios, he visto a muchos huir de las responsabilidades o de algún cargo en la iglesia. Yo misma he huido, como si arrancara de un tsunami. Nos gusta estar ahí, con la mayoría, tomando leche, quedándonos con las enseñanzas más "felices" y fáciles. Cuando en la predicación nos ofrecen porotos, es decir, la palabra de Dios es más dura, más contundente, que nos corrije y nos pega en los cachos, pensamos "esta palabra es para el de al lado, no para mí". De hecho, esto es tan común que pareciera que escribo literal las palabras de muchos hermanos en la fe que han dicho esto desde un púlpito. 

No nos nutrimos apropiadamente y nuestro desarrollo espiritual es como un árbol frutal débil, imposible de dar un fruto bueno que llegue a madurar bien y que sea de sabor agradable.


No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Juan 15:16 | NVI


No podemos seguir tomando leche. Dios nos ha dejado responsabilidades, propósito para nuestra vida que debemos cumplir.

Recuerdo un disco de vinilo de mi abuelo, en él cantaban "Los Hermanos Alvarado", la canción que suena ahora en mi mente es: "te sientes casi resulto ya… aquel que muere casi creyendo, completamente perdido es...". Puede sonar drástico, pero la palabra de Dios es sin anestesia. Muchos la depuran y no la predican tal cual para que nadie se ofenda o para que la congregación no disminuya, pero alguna vez daremos cuenta de lo que hicimos y de los que dejamos de hacer. 

Cuando uno se desarrolla físicamente primero toma leche, después agregamos papilla, picado, sólido. En lo espiritual uno va evolucionando de la misma forma. No podemos correr lejos de nuestros nutrientes ni de nuestras responsabilidades como hijos de Dios.


Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

1 Corintios 13:11


Hacer las cosas a medias no nos llevarán a ningún lado, nuestros frutos no permanecerán de ser así. 

Te invito a comer un buen plato de porotos con riendas o porotos granados, incluso ponle longaniza encima, lo que tú prefieras, pero que sea contundente. 


QUERIDO LECTOR, ESTA SEMANA TE RECOMIENDO

Lectura bíblica 

Servidores de Dios | 1 Corintios 3


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