Foto de Malcolm Lightbody. |
Mi madre era aficionada a la lectura, recuerdo que leía la revista Vanidades, con el tiempo la cambió por Selecciones del Reader's Digest y por libros cristianos. Así que inicié mis lecturas con lo que ella leía. A través de Vanidades conocí a Lady Di, en la columna de modas donde mostraban sus hermosos trajes con sombrero.
Rememoré todo lo anterior ya que esta semana vi un documental
de la vida de Lady Di en Netflix, donde ella declaraba (parafraseo): “estaba temblando por
dentro ¿Por qué yo?” refiriéndose a todas sus obligaciones como Princesa de
Gales en la época en que estaba recién casada con el Príncipe Carlos.
¿Cuántas veces nos hemos hecho ese mismo cuestionamiento? Si me
preguntas, me la he hecho en varias áreas de mi vida: trabajo, familiar,
amistades. Cuestionándome "¿por qué yo?"
En el documental narraban cuando el Príncipe Carlos le preguntó
a Lady Di si quería casarse con él, al responderle ella rio y le dijo “Sí”, inmediatamente el príncipe
le dijo “¿te das cuentas de que si aceptas serás reina?”. A lo que voy mencionando
esto es que ella dijo Sí, fue su decisión.
Somos creación de Dios. Contamos con el libre albedrío. Decidimos si hacemos el bien o el mal. Decidimos si obedecemos a Dios o no, si
le seguimos a diario. El Señor nos ha entregado competencias, capacidades, talentos,
etc. Herramientas que debemos tomar y utilizarlas. También nos dejó la mejor
brújula: La Biblia. Por tanto, Él no vendrá como Zeus y solucionará todo,
nosotros debemos vivir las consecuencias de nuestros actos, la gran diferencia
está en que nuestro Señor está ahí con nosotros en la dificultad, ayudándonos a
sobreponernos y a dirigirnos a través de su Espíritu Santo cuando se lo
pidamos.
En otra entrada comenté sobre un término que estuvo de moda
en las redes sociales de los cristianos: Dios es un caballero, no entrará si no
le invitas a pasar. Otra vez: es nuestra decisión.
Es como el amor, no es un sentimiento, es una decisión. Cada día decidimos si amamos a la persona que despierta a
nuestro lado o serle infiel con otra persona. En las finanzas: si pagamos una
cuenta o decidimos endeudarnos. En nuestra vida familiar: si nos embarazamos decidimos
criar a nuestro bebé o abortarlo. Decisiones, decisiones, decisiones.
Recuerda, Dios no vendrá a ti si no se lo pides. La Deux Ex Machina no es su estilo.
QUERIDO LECTOR, ESTA SEMANA DE RECOMIENDO
Lectura Extra | Artículo
En esta página encontrarás la definición de libre albedrío
desde diferentes perspectivas.
Lectura Bíblica
Deuteronomio 30:15-20 | Nueva Traducción Viviente.
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