Foto de Yaoqi LAI. |
Por culpa de una mujer comenzó el pecado, por culpa de la mujer que darás a luz con mucho dolor. Dios creo a la mujer como un ser inferior, la mujer no puede enseñar ni predicar a lo hombres en la iglesia…
Hoy en día, aún
existen personas que recurren a los textos religiosos para justificar la discriminación
en distintas áreas sea trabajo o iglesia hacia la mujer, como principal tema es
que Eva cedió a la tentación de la serpiente en el Edén y debido a eso es que
todos los males provienen de ese pecado.
¡Pero esa no era la intención de Dios! que la mujer fuera despreciada, ni maltratada por el hombre.
La Biblia no incita la idea de que la mujer sea sometida ni maltratada para pagar por el pecado original.
La misma acción social que realizó con los leprosos y otros enfermos o muertos. Jesús vino a anunciar las buenas nuevas, a todos ellos incluyendo a las mujeres.
Jesús de dejó tocar el manto por una mujer con flujo de sangre, a pesar de su estado de impureza en Marcos 5:25-34.
Enseño también a la samaritana en Juan 4:27.
Curó a una mujer en el día de reposo y luego la llamó "hija de Abraham" en Lucas 13:10-16.
Evitó que una mujer adúltera fuera apedreada, le dirigió palabras de aliento y de confianza en Juan 8:3-11.
Dejó que una mujer pecadora besara sus pies y ungió con perfume en Lucas 7:36-50.
Curó a la suegra de Pedro en Marcos 1:29-31.
Con todas estas maravillas en aquel tiempo Jesús se dedicó a instruir a las mujeres y las alentó a decir lo que pensaban, mientras que los rabinos respaldaban la idea de mantenerlas en la ignorancia.
Lo evidenció cuando en cierto momento no le negó a María, hermana de Marta la oportunidad de aprender en Lucas 10:38-42.
Así demostró que las mujeres tenían tareas mas significativas que las que le asignaba la tradición.
Recientemente adquirí un libro llamado "Las 10 Mentiras que la Iglesia le dice a las Mujeres" de J. Lee Grady en donde explica y relata historias de mujeres que han sido cegadas y calladas ante cualquier punto de vista que sea distinto a otro. Ese libro no llama a revelarse, más bien nos enseña a ser fuertes y no caer.
Dios nos dejó una misión, y es predicar de su palabra, de las grandes maravillas y milagros que hizo y de la forma en que nos ha amado como hijas únicas de Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Querido Lector, por favor deja tu comentario. Será un honor leerte y saber de ti.
Dios te bendiga.